Le tenía miedo a la facturación electrónica porque yo a duras penas uso el celular y punto. Pero con Q·enta todo ha sido fácil. Hasta estoy aprendiendo cositas de contabilidad.

Mi contador y yo hemos usado otros programas, pero a mí me quedaba difícil entender algunas cosas. Gracias a Q·enta ahora estoy más al tanto de las cuentas de mi empresa.

En mi consultorio a veces no tengo tiempo de sentarme con el contador para que me explique cómo va el negocio. Sin embargo, ahora con la plataforma desde mi celular entro y reviso todo.

Q·enta fue mi puerta de entrada a la formalización porque ya no me preocupa cómo van los impuestos y demás. Gracias a que registro todo, mi contador tiene todo en orden.